Crecer en la crisis crecer en la guerra
Un tema que acapara el interés de muchos economistas, no sólo de los economistas teóricos sino también de aquellos que aconsejan a los gobiernos en fa elaboración de la política económica, es el de determinar la cantidad de dinero que debe existir en un país, o la tasa a la que debe crecer cada año. ¿Por qué los economistas y las autoridades monetarias en particular— se preocupan por este tema? ¿Cuál es la razón por la que no es indiferente que la cantidad de dinero de un país, es decir, su oferta monetaria, crezca, por ejemplo, un 20 % cada año en vez de, digamos, un 12 %? La respuesta no es difícil: la mayor o menor abundancia de dinero tiene importantes efectos sobre las decisiones que toman los agentes económicos y, por consiguiente, sobre la actividad económica de un país.
Dar a unos lo que se obtiene de otros
En los capítulos 2 y 3 de este volumen vimos que, en lo que respecta a la riqueza, los agentes económicos toman fundamentalmente dos tipos de decisiones. En primer lugar, deciden si quieren ser más ricos o más pobres, es decir, si desean modificar su volumen de riqueza; y, en consecuencia, adoptan las medidas que consideran oportunas, dentro de sus posibilidades. Situémonos, por ejemplo, en el caso de una familia que quiere aumentar su riqueza. Entre las medidas que puede tomar están: buscar un trabajo más remunerador; trabajar más horas, reduciendo el tiempo de ocio; y aumentar el ahorro, reduciendo el consumo. La meta que la familia se fija en este tipo de decisiones depende de lo que entiende que contribuye a su bienestar o felicidad y de cómo valora su bienestar actual en comparación con el que pueda lograr (ella o sus descendientes) en un futuro.
La expansion del estado, inherente al sistema politico
¿Por qué una familia quiere tener dinero en su poder? Conviene aclarar desde el principio que la demanda de dinero no es el dinero que una familia quiere ganar, ni el valor de tos gastos que quiera realizar. Tal como hemos argumentado antes, la demanda de dinero ha de entenderse dentro de la decisión general de distribuir la riqueza entre diversos activos alternativos: acciones, obligaciones, un solar, acumulación de bienes de consumo, etc. Las ventajas del dinero... Analicemos, pues, las ventajas que aporta a una familia el mantenimiento de dinero. En primer lugar, el dinero es el activo que se utiliza para comprar bienes y servicios. Sería muy engorroso para una familia, por rica que sea, no disponer de dinero líquido cuando se desea comprar alguna cosa. Por consiguiente, es razonable pensar que una familia mantendrá una suma de dinero para llevar a cabo sus transacciones. Es lo que los economistas denominan demanda de dinero por motivo de transacción. ...y sus inconvenientes Nos hemos referido hasta ahora a las ventajas que para una familia supone mantener dinero. Ahora bien, el mantener una parte de la riqueza materializada en este activo tiene también varios inconvenientes. En primer lugar, la no percepción de los rendimientos, normalmente mayores, que pueden aportar los activos que compiten con el dinero. Así, si una familia mantiene dinero en una cuenta corriente, ello significa que pierde la ocasión de percibir los intereses que le aportaría un título de deuda pública, o los dividendos y las ganancias por revalorización a las que tendría derecho si hubiera comprado acciones de una empresa, por ejemplo. 2. La demanda de dinero de una empresa Las empresas mantienen una parte de su activo, el disponible, en forma de dinero. Se estima que, en los países más industrializados, las empresas mantienen alrededor de un tercio de la totalidad de dinero del país. ¿Cuáles son las razones por las que las empresas mantienen en forma de dinero una parte de su riqueza neta? En esencia, las razones son las mismas que las que existen en el caso de las familias. 3. La demanda de dinero de toda la economía A los economistas les interesa, fundamentalmente, la demanda de dinero de la economía como un todo. Por ello, la mayoría de los estudios sobre la demanda de dinero se realizan en términos macroeconómicos. Ahora bien, el análisis de la demanda de dinero de agentes económicos individuales (familias y empresas) nos sirve para obtener, por agregación, la demanda de dinero de toda la economía. Las variables de las que depende la demanda de dinero de toda la economía serán las mismas que las que influencian las decisiones de las familias y las empresas, pero referidas a su valor agregado. Comprar y vender otros activosCuando por alguna razón los agentes económicos, sean empresas o familias, no mantienen la cantidad de dinero que desean, la manera de satisfacer sus deseos consiste en comprar y vender otros activos (principalmente títulos valores) hasta conseguir la composición de patrimonio considerada apropiada. Supongamos, por ejemplo, que ante unas mayores expectativas de inflación una empresa desea reducir una parte de sus tenencias de dinero y de otros activos, cuyo rendimiento nominal permanece fijo, para comprar un terreno urbanizable.
¿Que es la deuda pòlitica?
Vamos a suponer que nos encontramos en una economía en la que el mercado de dinero está inicialmente en equilibrio, y que, con el fin de aumentar la cantidad total de dinero existente en el país, su banco central otorga un crédito a los bancos comerciales [para seguir todo este proceso, ver el esquema de la página siguiente]. Una vía para hacer tal concesión es la compra por el banco central de deuda pública en poder de los bancos (lo que se llama una operación de mercado abierto). Otra vía es la subasta de crédito entre las entidades bancarias, concediéndolo a las que ofrezcan un tipo de interés más elevado. La mayor liquidez con la que ahora cuentan los bancos les originará un problema de exceso de caja, si sus deseos de mantener dinero no se han modificado.
Efectosdel crecimiento de la actividad del gobierno
Esta reestructuración de las carteras de los bancos traerá consigo una reducción de los tipos de rendimiento de ambos activos, los créditos y las acciones. En efecto, si los bancos desean aumentar los créditos que conceden a las empresas, y si las preferencias de éstas por tales créditos no se han alterado, los bancos sólo podrán conseguir su objetivo si reducen el tipo de interés que están dispuestos a exigir por tales créditos. Efectos en cadena Pero los efectos no terminan ahí. Si disminuye el tipo de interés que exigen los bancos por el dinero que prestan, las empresas estarán dispuestas a recurrir al crédito bancario en mayor medida y a expandir su actividad económica, ampliando su equipo productivo. La disminución del tipo de interés implica, así mismo, una reducción del coste de almacenamiento de los productos terminados. Resultado general Podríamos proseguir la cadena de efectos introduciendo en escena nuevos activos, cuyos precios y tipos de rendimiento serían también afectados como consecuencia de los reajustes de las carteras. Sin embargo, ya disponemos de suficientes elementos para avanzar el resultado general: como consecuencia del aumento de la oferta monetaria llevado a cabo por et banco central se ha producido un descenso generalizado del tipo de rendimiento de todos los activos, acompañado de una mayor demanda de bienes y servicios, tanto por parte de las familias como de las empresas.
Cuando los economistas analizan los efectos económicos de cualquier fenómeno, suelen referirse a la situación especial que presenta lo que se denomina el largo plazo. El análisis que estamos efectuando también tiene características especiales en esa situación. Un análisis a largo plazo es el que se lleva a cabo considerando que transcurre el tiempo necesario para que se completen todos los ajustes en todos los mercados. En una perspectiva semejante, el desempleo se sitúa en su límite inferior: su valor depende de las características estructurales e institucionales de cada economía. El papel de las expectativas de inflación Llegados a este punto, parece oportuno considerar el papel que desempeñan las expectativas de inflación en todo este proceso. Hemos visto que, cuando una economía se encuentra en una situación cercana al pleno empleo, los aumentos de la oferta monetaria producen solamente incrementos en los precios. Si la economía se mantiene en esta situación, los agentes económicos acaban por «aprender» los resultados de las expansiones monetarias y terminan teniendo en cuenta en sus decisiones el dato de que los precios van a subir cuando aumenta la oferta monetaria. La tasa de inflación esperada influye en los tipos de interés La influencia de las expectativas en el proceso inflacionista es algo que se sale de los límites de este capítulo. A efectos de lo que aquí nos interesa hay que tener presente que la tasa de inflación esperada influye sobre los tipos de interés nominales. Si, por ejemplo, todos los agentes económicos esperan que los precios van a subir en un 10 % anual, los tipos de interés nominales aumentarán en un 10 % también. lvamos ahora al punto de la transmisión de los impulsos monetarios en el que nos habíamos quedado. Si el aumento de los precios llega a incorporarse en las expectativas por cualquiera de las dos razones expuestas anteriormente, los tipos de interés también aumentarán en un montante idéntico al de la inflación esperada. Además, en un momento de expansión económica en el que se han creado buenas expectativas para las ventas, las empresas encontrarán en ello un motivo para solicitar créditos adicionales a los bancos. La tesis monetarista Pues bien, ésta es la explicación fundamental que aportan los economistas de la corriente monetarista, encabezada por el profesor de la Universidad de Chicago Millón Friedman, para pasar por alto (o para considerarlos transitorios e insignificantes) los efectos que las variaciones de la cantidad de dinero de una economía puedan tener sobre los tipos de interés. Para los monetaristas, lo fundamental es que, cuando los agentes económicos se encuentran con un exceso de dinero en relación a la cantidad que desean mantener, se desprenden inmediatamente de ese exceso incrementando el gasto (demanda agregada) en bienes y servicios; y esto, en una perspectiva de corto plazo, hará aumentar tanto la producción como los precios. La estabilidad de la demanda de dinero Es importante tener presente que, para poder hacer previsiones sobre el orden de magnitud, tanto de los efectos que hemos descrito en el mecanismo general de transmisión como de los resultados que deducen los monetaristas, es necesario que, entre otras cosas, la demanda de dinero permanezca estable. Pretensiones modestas Finalmente, aparte la posible inestabilidad de la demanda de dinero, existen otros elementos que hacen que los efectos que se producen como consecuencia de las modificaciones de la oferta monetaria no se puedan controlar con mucha aproximación. Ello no es difícil de comprender si tenemos en cuenta que en la transmisión de los efectos intervienen muchos agentes económicos cuyas decisiones resultan afectadas con retardos desconocidos.
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